El torero Juan Serrano "Finito de
Córdoba",
que ha tenido dos actuaciones muy relevantes en la reciente feria de
Fallas de Valencia, asegura que la gran repercusión de sus faenas en esa
plaza se debe a que "el toreo clásico es eterno y siempre deslumbra".
En entrevista con
EFE,
Finito se muestra "muy satisfecho, personal y anímicamente" de su paso
por Valencia, porque, a sus 42 años de edad y a punto de cumplir 25
temporadas de alternativa, ha conseguido que el público le respete y le
siga esperando.
"He tenido sensaciones muy buenas -dice el torero-
que reflejan la intensa preparación que he llevado últimamente. Pero,
aparte de eso, las de Fallas han sido dos tardes muy importantes para la
fiesta en los momentos tan delicados por los que atraviesa. Tanto
Morante como el Juli, Manzanares o yo, cada uno desde su concepto,
hicimos que los aficionados salieran toreando de la plaza".
Después
de pasar varias temporadas casi en el ostracismo, no cree oportuno
Finito que se hable de su "resurrección", porque -matiza- ni antes era
tan malo ni ahora soy tan bueno"
"Soy el mismo torero de siempre,
sólo que ahora paso por un momento dulce, en el que he podido expresarme
como soy, haciendo ese toreo clásico que nunca pasa de moda, porque es
eterno y siempre deslumbra, el que los aficionados disfrutan más",
apunta.
Aun así, Juan Serrano reconoce que en las últimas cinco o
seis temporadas su carrera ha pasado "por momentos críticos, muy duros
sicológicamente, porque nadie se acordaba de mí después de haber estado
en lo más alto, toreando cien tardes al año y en todas la ferias de
España y América".
"La
causa de todo -continúa- fue que el torero y la persona se desgastaron.
A ese ritmo tan alto, aunque lo supe llevar en la plaza, me agoté
físicamente y me quemé sicológicamente. La cantidad no es buena para los
toreros de calidad, porque el toreo se convierte así en una rutina, lo
que nunca debe ser".
"Te pones el traje de torear casi a diario y muchas tardes no te sientes como desearías", explica.
Para
Finito de Córdoba, la clave para salir de ese bache ha sido "la
afición, que es la que te ayuda a sostenerte y salir adelante y la que
te hace no perder la ilusión necesaria para seguir preparándote sin
decaer. Es precisamente eso lo que me hace ahora sentirme tan satisfecho
y lo que me ha hecho recobrar la moral para volver a ilusionar a la
gente".
"Mi filosofía -añade- pasa por respetar y disfrutar del
rito desde que te vistes de torero, en la forma de estar en la plaza, al
ir y salir de la cara del toro... En ese torear sin toro también uno se
debe sentir torero. Y el caso es que ese reposo y ese buen gusto había
mucha gente que lo estaba echando de menos".
En cuanto a la
repercusión de los éxitos de Valencia, Finito de Córdoba espera que le
ayude a cerrar una bonita temporada, aunque asegura que le da "mucha
rabia" no estar anunciado en la feria de
Sevilla.
"Llevaba
cinco años sin ir, probablemente porque no había motivos para que me
contrataran. Pero, después de algunas de mis actuaciones del año pasado y
teniendo en cuenta que la Maestranza ha sido siempre una de mis plazas,
creo que esta vez sí me hubiera merecido al menos un puesto",
considera.
"Pero -continúa el diestro de Córdoba- pasaban los
días, iban saliendo carteles en la prensa y yo no aparecía. Hasta que
Simón Casas, mi apoderado, me dijo que, al proponer mi nombre, los
empresarios lo rechazaron, porque querían basar la feria en gente joven.
No hubo más argumentos, así que sobran los comentarios".
Sea como
sea, Juan Serrano le da al hecho la importancia justa para no dejar que
le merme la ilusión depositada en la temporada del 2014.
"Tengo
42 años y me encuentro perfecto físicamente, porque nunca me he dejado.
Y, sobre todo, estoy muy preparado mentalmente para seguir disfrutando y
haciendo disfrutar. Seguro que habrá tardes menos buenas en que no me
embistan los lotes o incluso en las que me abronquen, aunque las broncas
también son de buenos toreros, pero a la mínima que se deje un toro voy
a seguir manteniendo este nivel", finaliza.
(Agencia EFE)